Cinco actividades de fin de año para reflexionar

  • Cronograma: Dibujar un mural con lo que pasó durante el curso, lo aprendido o las anécdotas más divertidas.
  • Carta secreta a un amigo: Escribir una carta a un compañero de clase es una gran oportunidad para mejorar las conexiones y el entorno.
  • Álbum de emociones: escribe recuerdos en los que sentiste algunas de las emociones básicas.
  • Mis listas de música: esta actividad del programa de educación emocional Be Happy consiste en mirar actos como canciones en una lista de reproducción. Entonces, habrá ciertas acciones que querrás detener porque causan daño; algunos en los que hay que hacer una pausa para pensar y otros que se añaden a la pieza.
  • Frasco de mensajes: Llena un frasco durante el último mes de clases con mensajes, ideas, emociones, sueños, frustraciones, ¡todo! Y ábrelo el último día.
  • ¡Merienda! El clásico snack es un acierto: no falla. Puedes aprovechar para hornear tartas o galletas en clase unos días antes.
  • Ceremonia de entrega de premios: prepara toda una gala para entregar trofeos o diplomas a los más estudiosos, a los más conversadores, a los más soñadores, a los más inquietos, etc.
  • Olimpiada de juegos: Organiza un torneo con etapas y tipos de juegos de mesa: verdugo, rompecabezas de palabras, mimo, bingo, cartas, cuestionarios, ajedrez, etc.
  • Reunión rápida: discutan varios temas en parejas en rondas de tres minutos.
  • Variedad de juegos: pueden ser

Aprendizaje y diversión

Además de resolver el problema de los padres ocupados con los suyos horario de trabajo, las razones que hacen que los campamentos de verano sean interesantes son el aprendizaje y la diversión. En un campamento de verano los niños conviven con otros niños de su edad, pasan días en contacto con la naturaleza, realizan todo tipo de talleres, practican deporte, estudian inglés, etc. Se ha demostrado, según diversos estudios, que los campamentos de verano promueven la educación no formal y ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades sociales, su autonomía y su capacidad para interactuar con los demás.

Para los niños esta experiencia es muy recomendable porque les ayuda a ganar confianza y seguridad, a salir de su zona de confort. Para adquirir nuevas amistades deben utilizar sus habilidades de comunicación e integración en el grupo y para ello deben perder el miedo a participar en diferentes juegos, muchas veces desconocidos para ellos. Por último, alojarse en un campamento de verano implica también la aceptación y el cumplimiento de determinadas normas: hábitos saludables de higiene y alimentación, orden, limpieza, horarios. No cabe duda de que es una experiencia positiva para los más pequeños y que ayuda a los padres a continuar con su vida profesional sin demasiados problemas.