Por su fiabilidad y bajo precio frente al requerimiento notarial, el burofax es el complemento ideal para cualquier reclamación del consumidor.
Gracias a este medio podemos acreditar que tal día, a tal hora, el destinatario de nuestra queja ha sido informado. Y nos permite configurar el contador de tiempo que le damos a la empresa para que nos responda, tras lo cual podemos pasar a una siguiente instancia de denuncia.
Sostenibilidad
Cada vez más, la sociedad reconoce el esfuerzo de las empresas por cuidar el medio ambiente, por lo que la responsabilidad social corporativa marcará un antes y un después en el marketing directo.
Los consumidores son muy conscientes del preocupante aumento de los problemas medioambientales, la sociedad cada año es más responsable socialmente y vemos como cada vez más consumidores buscan empresas que reflejen y compartan sus valores.
¿Qué datos necesito para enviar un burofax?
Si optas por la modalidad presencial, puedes acercarte a cualquier oficina de correos a dejar un burofax. El proceso es muy simple. Solo debes acercarte a la sucursal más cercana con el documento original que deseas enviar, por ejemplo una carta.
Una vez allí, deberás cumplimentar un formulario de envío de burofax que te entregarán en el puesto correspondiente de la oficina. No olvides que lo más recomendable para que el burofax sea fiable es que lo pidas certificado y con acuse de recibo.
¿Qué es un burofax?
Antes de empezar a hablar del valor probatorio de un burofax, conviene aclarar qué es un burofax. Es simplemente un documento físico entregado en mano bajo firma que certifica su contenido y tiene valor probatorio judicial y extrajudicial. Esto se puede hacer tanto física como electrónicamente.
Cuando enviamos un burofax, recibimos una copia certificada, un acuse de recibo, un certificado de entrega y además dicho certificado tiene un periodo de custodia notarial de al menos 5 años (prorrogables).
Impuesto sobre sucesiones de las comunidades autónomas
Para aplicar este impuesto nos centraremos en las herencias. Para liquidar la herencia hay que realizar una serie de cálculos:
- Calcular la herencia bruta (base imponible) que es la suma de los bienes y derechos más el menaje (inmueble)
- Al patrimonio bruto se le resta el patrimonio neto, que son las cargas, deudas y gastos deducibles
- Se calcula la cuota individual del patrimonio
- Se aplican reducciones (base liquidable)
- Sobre el total se aplica el porcentaje del impuesto (el porcentaje depende de la Comunidad Autónoma)
- Se aplica el coeficiente multiplicador, que varía según el patrimonio preexistente del heredero y el grupo de parentesco entre el heredero y el difunto. En base a este último aspecto, encontramos los siguientes grupos de parentesco en cuanto a derechos sucesorios:
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