Además de controlar el nivel de aislamiento de las paredes de la casa, también será necesario evaluar el cierre de puertas y ventanas. También las ventanas. Es probable que las casas más antiguas tengan ventanas de madera. Además, la puerta de entrada de la casa, también casi seguro que está hecha de madera sin aislamiento, también es una fuente de entrada para el frío, el calor y las corrientes de aire.
Por ello, es necesario instalar nuevas ventanas de PVC y metálicas, que dispongan de un adecuado aislamiento térmico. En todos los casos, deberán incluir un sistema de rotura de puente térmico. También hay que asegurarse de que los cristales de la misma sean aislantes, lo que afectará menos a la evacuación al exterior del calor generado en la vivienda.
En el caso de cristales orientados al sur, es necesario instalarlos con filtro solar. Así, los rayos del sol no aportarán tanto calor a las estancias que dan a este punto. En cuanto a las que dan al norte, se pueden elegir con aislamiento contra el frío. Con ellos, el calor del interior de las habitaciones no se escapará tan fácilmente. Además, el frío tampoco penetrará rápidamente en ella.
No descuides las persianas. Deben contribuir a mejorar el aislamiento de las ventanas. También debes tener en cuenta, y cuidar, el aislamiento de tu caja. Da igual lo que se invierta en un sistema de vallado con ventanas y persianas con el mejor aislamiento. Si la caja con persianas no está debidamente aislada, entrará (o escapará) aire.
En cuanto a la puerta de acceso a la vivienda, además de optar por un modelo blindado y reforzado, que dificulte el acceso al interior de personas no autorizadas, debe contar con aislamiento térmico. Y una vez instalada, hay que cuidar que no quede ningún hueco entre el borde inferior de la puerta y el suelo, aparte de los pocos milímetros necesarios para abrirla y cerrarla sin problemas. De lo contrario, el aire se filtrará por debajo de la puerta y su aislamiento será inútil.
Método de obtención de la calificación energética
La asignación de la calificación energética debe ser realizada por un profesional cualificado. Para ello, se examinan diversos factores del inmueble y qué aspectos o comportamientos conducen a una mala gestión energética.
Las pruebas pueden ser realizadas tanto por un ingeniero como por un arquitecto experto. Calculará la cantidad de energía necesaria para poder satisfacer, en condiciones normales de uso, las necesidades energéticas de una determinada superficie. Otros aspectos que podremos descubrir en la prueba de certificación son las emisiones de CO₂ y el consumo de energía.
¿Qué es el consumo de energía?
El consumo de energía es el gasto total de energía en la propiedad y puede provenir de diferentes fuentes de energía.
Hay una regla básica: “a mayor consumo, menor eficiencia energética del edificio”.
¿Qué se puede hacer para mejorar la calificación energética?
Dependiendo de la orientación de la casa habrá más o menos ganancia solar dependiendo de ella. Es por tanto un factor a tener en cuenta a la hora de construir o de elegir una casa, para que la casa se beneficie del máximo número de horas de luz natural.
La OCU recomienda sustituir los electrodomésticos más usados, como el frigorífico o la lavadora, por otros más eficientes, utilizar electrodomésticos ecológicos, optar por calefacción de biomasa o utilizar aire acondicionado eficiente.