El aumento esperado de la incidencia de fracturas en España (28,8%) es superior a la previsión de la media de la Unión Europea, que es del 23,3% en el mismo periodo. Es por esto que el papel de los profesionales de enfermería, en su trabajo dentro de un equipo multidisciplinario, es crucial en la prevención, detección, tratamiento y seguimiento de los pacientes con osteoporosis en nuestro país.
En este sentido, esta formación está dirigida a profesionales de este campo, abordando tanto los aspectos teóricos de la enfermedad como situaciones de práctica clínica. Ofrece un taller práctico donde los participantes pueden aprender sobre el manejo de los diferentes dispositivos utilizados en el tratamiento subcutáneo de la osteoporosis con alto riesgo de fractura.
Declaración de Lima sobre el Dolor en la Infancia
El dolor es una experiencia común entre los niños y adolescentes. En el caso del dolor agudo, por ejemplo, las investigaciones han demostrado que los recién nacidos son sometidos a muchos procedimientos dolorosos en las unidades de cuidados intensivos neonatales (Cruz, Fernandes y Oliveira, 2016). Además, la evidencia disponible muestra que la prevalencia de dolor moderado a intenso es alta, incluso en el hospital (Groenewald, Rabbitts, Schroeder y Harrison, 2012). Del mismo modo, en el caso del dolor crónico, las investigaciones han demostrado que la prevalencia no solo es alta (Huguet & Miró, 2008) sino que va en aumento (Roy et al., 2022), al igual que la prevalencia de los casos más graves. (Miró et al., 2022). De hecho, la Organización Mundial de la Salud considera el dolor crónico como una enfermedad en sentido estricto (Organización Mundial de la Salud, 2020).
En esencia, el dolor infantil es un problema de salud pública (Miró, 2010). Los datos disponibles confirman que el dolor puede perturbar gravemente la vida de niños y adolescentes y puede volverse crónico. En el caso del dolor crónico, por ejemplo, los pacientes experimentan problemas significativos en su funcionamiento físico, cognitivo, emocional, académico y laboral (Haraldstad, Sørum, Eide, Natvig, & Helseth, 2011)(Luntamo, Sourander, Santalahti, Aromaa, & Helenius, 2012)(Maes et al., 2017). Además, la investigación ha indicado que el impacto del dolor se extiende más allá de quienes lo experimentan directamente y, en última instancia, afecta a todos los que viven con el paciente (Tumin et al., 2018). Y, así, el dolor en niños y adolescentes, además de ser un problema individual y de salud, es también un problema social y económico (Groenewald, Essner, Wright, Fesinmeyer, & Palermo, 2014).